Un cristiano y un peluquero no creyente estaban caminando por la calle y conversando de los problemas del mundo. El peluquero le dijo al cristiano: "Es por esto por lo que no puedo creer en el Dios del cual tú me hablas, en un Dios de Amor. Si Dios fuera así como tú dices, Él no permitiría que éstos vagos fueran adictos a la droga. No puedo creer en un Dios que permite todo esto." - El cristiano callado y sin habla caminaba hasta que se cruzó un hombre descuidado, de cabello largo y con la barba sin rasurar. El cristiano le dijo: " Sabes? Tú hubieras sido un buen peluquero si evitaras que éste hombre ande así." Indignado el peluquero por el comentario del cristiano contestó - ¿Porqué me culpas por la condición de éste hombre? No puedo evitar que él camine así, nunca ha ido a mi peluquería, yo podría arreglarlo y hacerlo verse como un caballero si él me lo pidiera. El cristiano le contestó: "Entonces, no puedes culpar a Dios por permitir que los hombres sigan viviendo en sus malos caminos. Él constantemente los está invitando a acercarse para ser salvados y recibir sus promesas a través de su palabra, pero igual que este hombre, no se lo han pedido."
No culpemos a Dios por las dificultades que podamos estar pasando, a Dios no le place ver tu dolor, pero es necesario que pases por su disciplina para que entiendas el verdadero propósito en tu vida, de actuar en rebeldía empeora la situación. Muchas veces somos el resultado de las decisiones que tomamos, sin embargo, recuerda, la misericordia de Dios es infinita, porque Él es amor.
Salmos 91:14 al 16: "Porque en mí ha puesto su amor, Yo entonces lo librare, lo exaltaré, porque ha conocido mi nombre. Me invocará y le responderé; Yo estaré con él en la angustia; lo rescataré y lo honraré, lo saciaré de larga vida y le haré ver mi salvación."
Bendiciones y un fuerte abrazo.
Sonia