El taxista

Estaba Andrés una noche en su taxi cuando vio a una mujer de edad avanzada muy elegante en medio de la pista con un BMW averiado. Bajó del carro y se acercó a ayudarla; ella miró algo desconfiada por su apariencia, pero Andrés al darse cuenta le dijo que sólo quería ayudarla. Le pidió a la señora que entre al auto mientras él revisaba, mientras tanto le conversaba de varios temas para tranquilizarla. Cuando de pronto: 
- Listo, puede irse señora, su carro esta arreglado! 
- ¿Cuánto le debo joven? 
- La mejor forma de pagarme es que la próxima vez que vea a alguien que necesite ayuda lo haga de manera desinteresada, entonces ese día acuerdese de mi. 

Más adelante la mujer se detuvo en el camino a tomar un café y se acercó una joven azafata embarazada muy atenta al atenderla y a pesar de su embarazo tenía una buena actitud. Ella observaba detenidamente a esta joven y al irse decidió dejarle de propina 100 euros y una nota que decía "Cuando tuve necesidad alguien me ayudó, como hoy decido hacerlo contigo", sus lágrimas se derramaban mientras leía la nota. De regreso a casa, daba gracias a Dios por el dinero, pues lo necesitaba. Entró a casa y se acosto cuidando de no levantar a su esposo, quien trabaja sin cesar por los problemas económicos. Se acercó a él acariciándolo y le susurró al oído: "Hoy Dios nos ha bendecido, te amo Andrés".

La biblia nos dice Proverbios 3:27-28  "No te niegues a hacer el bien a quién es debido, cuando tuvieses poder para hacerlo. No digas a tú prójimo: Anda y mañana te daré,cuando tienes contigo que darle". 

Si estas en la posición de Andrés, a pesar de tu situación continua obrando según lo que te demanda la biblia y CONFÍA EN TU PADRE, pues Él sabe de tús necesidades y muchas veces usa personas o situaciones para proveerte. Recuerda, lo que tú siembras, cosechas. 

Tengan una semana de bendición

Sonia 



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