Cuenta un enfermero de hospital, que un día un hombre casi mayor de edad vino a curarse una herida que se había hecho en la mano; pero él estaba muy apurado. Curioso, el enfermero pregunta porque la urgencia, éste le responde que tenía que ir a una residencia de ancianos para desayunar con su esposa que vivía allí.
La esposa sufría de Alzheimer muy avanzado. Mientras el enfermero terminaba de vendar la herida le pregunto si ella se alarmaría si llegara tarde, el hombre dijo: No, ella no sabe quién soy.
Hace casi 5 años que no me reconoce. Entonces dijo el enfermero: Y si ella no sabe quién es usted ¿Por qué esa necesidad de estar con ella todas las mañanas? Sonriendo y tocándole el hombro respondió: "Ella no sabe quién soy yo, pero yo todavía sé muy bien quién es ella".
Esa es la clase de amor que todos quisieran tener; el verdadero amor no se reduce ni a lo físico ni a lo romántico. El verdadero amor es la aceptación de todo lo que tu pareja ha sido, es, de lo que será y de lo que ya no es.
1 Juan dice "El que NO ama, no conoce a Dios; porque Dios es AMOR".
Quizás para ti no es fácil soportar los problemas de pareja que estés pasando, pero si amas a Dios se hará menos tu carga, porque amar a Dios significa amar y perdonar a los demás.
Pon tu relación en sus manos y ten una actitud de benignidad.
Haz feliz a quién dices amar.
Bendiciones
Sonia
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