Era un hermoso jardín con manzanos, naranjos y hermosos rosales. Todos eran felices excepto por un árbol que se sentía muy triste, confundido, pues "no sabía quién era".
- El manzano le dijo: si fueras como yo, tendrías hermosos manzanos.
- No! -dijo el rosal-, es más sencillo tener rosas, ves lo bella que soy?
El árbol intentaba todo lo que le sugerían y como no lograba ser como los demás se sentía frustrado. Un día llegó al jardín el búho, conocido como la más sabia de las aves; y al verlo triste le dijo:
- No te preocupes, tú problema es el mismo de muchos.
- Te daré la solución: "No dediques tú vida a ser como los demás quieran que seas, sé lo que Dios quiere que seas, y para lograrlo, aprende a escuchar su voz".
El búho se fué y el árbol medito en el consejo, cerró sus ojos y abrió su corazón; y por fin pudo escucharlo:
-"Tú jamás darás manzanos ni rosales porque no lo eres. Tú eres un roble y tú destino es crecer grande y majestuoso. Dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje. Esa es tú misión."
El árbol se sintió fuerte y seguro de si mismo dispuesto a ser todo aquello para lo cual fue creado. Con el tiempo fue el árbol mas admirado y respetado por todos.
Tú eres único (a) no puedes ser como otro, pues fuiste creado para un propósito especifico en este mundo; tienes una huella digital que nadie podrá tenerla, eres muy especial para Dios y recuerda siempre, que tu verdadera identidad es en Cristo Jesús, sé su reflejo siempre.
Efesios 2:10 "Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas."
Bendiciones y un fuerte abrazo,
Sonia
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