¿Será Dios culpable de tus problemas?

Un cristiano y un peluquero no creyente estaban caminando por la calle y conversando de los problemas del mundo. El peluquero le dijo al cristiano: "Es por esto por lo que no puedo creer en el Dios del cual tú me hablas, en un Dios de Amor. Si Dios fuera así como tú dices, Él no permitiría que éstos vagos fueran adictos a la droga. No puedo creer en un Dios que permite todo esto." - El cristiano callado y sin habla caminaba hasta que se cruzó un hombre descuidado, de cabello largo y con la barba sin rasurar. El cristiano le dijo: " Sabes? Tú hubieras sido un buen peluquero si evitaras que éste hombre ande así." Indignado el peluquero por el comentario del cristiano contestó - ¿Porqué me culpas por la condición de éste hombre? No puedo evitar que él camine así, nunca ha ido a mi peluquería, yo podría arreglarlo y hacerlo verse como un caballero si él me lo pidiera. El cristiano le contestó: "Entonces, no puedes culpar a Dios por permitir que los hombres sigan viviendo en sus malos caminos. Él constantemente los está invitando a acercarse para ser salvados y recibir sus promesas a través de su palabra, pero igual que este hombre, no se lo han pedido."

No culpemos a Dios por las dificultades que podamos estar pasando, a Dios no le place ver tu dolor, pero es necesario que pases por su disciplina para que entiendas el verdadero propósito en tu vida, de actuar en rebeldía empeora la situación. Muchas veces somos el resultado de las decisiones que tomamos, sin embargo, recuerda, la misericordia de Dios es infinita, porque Él es amor.

Salmos 91:14 al 16: "Porque en mí ha puesto su amor, Yo entonces lo librare, lo exaltaré, porque ha conocido mi nombre. Me invocará y le responderé; Yo estaré con él en la angustia; lo rescataré y lo honraré, lo saciaré de larga vida y le haré ver mi salvación."

Bendiciones y un fuerte abrazo. 

Sonia



La tormenta

Una noche después de haber predicado a la multitud, Jesús sube a la barca junto con sus discípulos. Cuenta la biblia (Marcos 4:35): " Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que se anegaba. Y él (Jesús) estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿No tienes cuidado que perecemos? Y levantándose, reprendió al viento y dijo al mar: Calla y enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. Y les dijo ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fé? .Entonces temieron con gran temor, y se decían uno al otro ¿Quién es éste, que aún el viento y el mar le obedecen? 

¿Cual es tú tormenta en este tiempo?, ¿Crees que Jesús podrá detenerla?, ¿Qué te hace pensar que tu barca se hundirá?

Jesús es aquel que traerá la calma a tú vida, pero eso solo se dará a causa de tu fé, decide sujetarte de Él y siéntete seguro (a) en sus brazos, todo pasará. Piensa que no estas solo (a) en medio de esta tormenta, y si crees que Él tiene el poder y puede controlarla, entonces solo confía. Siempre habrán días favorables y adversos, pero en ambas situaciones, ahí estará nuestro Padre.

Salmos 3:5: "Yo me acosté y dormí, y desperté, porque Jehová me sustentaba."
Juan 16:33: "Jesús dijo: Yo les he dicho estas cosas para que en mi hallen paz. En este mundo afrontaran aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo."

Dios bendiga tú vida, que sus alas de luz y calor te abriguen si estas en un tiempo de dificultad, que su paz y su amor llenen tú corazón; que tu rostro pueda mostrar el verdadero gozo que sólo en Él podemos vivir. 

Bendiciones y un abrazo fuerte. 

Sonia



Vuelve a tu casa

Un hombre tenía muchos bienes. Un día el menor de sus 2 hijos pidió la herencia y decidió irse de la casa porque creía que viviría mejor fuera de su familia; haciendo lo que él quería, siguiendo su propio criterio. El padre lo dejó ir. Pasó el tiempo y éste joven lo malgasto todo llevando una vida desenfrenada, por lo que tuvo que vivir las consecuencias de sus malas decisiones. Presionado por sus problemas decidió regresar a la casa de su padre; cuando estuvo cerca de ella pudo ver a lo lejos a su papá esperándolo con los brazos abiertos, él corrió, lo abrazo y lloró pidiendo perdón y reconociendo sus faltas. El padre del gozo de volver a ver a su hijo en casa hizo una fiesta y un gran banquete, y dijo "mi hijo estaba perdido pero ha vuelto".

Si un día te apartaste de Dios pensando que te iría mejor fuera de Él y hoy sientes el peso de tús decisiones erradas, entonces levántate y vuelve a tú Padre! Él te espera en casa y quiere amarte lejos de juzgarte. Él es tú pastor y tú su oveja, te aseguro que vivirás mejor en su rebaño. 

Lucas 15:3 al 7.- Entonces Jesús les dijo esta parábola: "¿Quién de ustedes, si tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las otras noventa y nueve en el campo y va en busca de la oveja perdida, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, contento la pone sobre sus hombros, y al llegar a casa junta a sus amigos y vecinos, y les dice: “Alégrense conmigo, porque ya encontré la oveja que se me había perdido.” Les digo que así también hay más alegría en el cielo por un pecador que se convierte que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.

Dios te bendiga, recibe un abrazo. 

Sonia