Muchas veces el enojo nos lleva a decir y
hacer cosas que pueden lastimar a las personas; trayendo como
consecuencia corazones heridos. El ser consientes de ello y dejar que
Dios tome el control de nuestro temperamento, nos llevara en adelante a
solucionar el problema de una manera sabia.
"LA PACIENCIA CALMA EL ENOJO; LAS PALABRAS SUAVES ROMPEN LA RESISTENCIA" Proverbio 25:15
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