Escuche en varias oportunidades decir
a algunas personas: ¡Vete al infierno! o también otra frase como: ¡Muérete en el
infierno!
Esto trae a mi mente otra de las preguntas ¿si muero iré al cielo? ¿Existe el infierno?
Bien,
gracias a la biblia entendemos que no todos van al cielo, algunas personas van
al infierno (Seol); claro que esto no es lo que Jesús quiere pero
lamentablemente; al tener el libre albedrío de decidir cómo vivir en este
mundo, optamos por ir al camino de la eternidad o al camino que lleva directo
al seol. “Caerán sobre
ellos brasas; serán echados en el fuego, en abismos profundos de
donde no salgan”. (Salmos 140:10)
No obviemos
este tema por temor o incredulidad, seamos consientes que existe este lugar de
oscuridad, fuego ardiente, criaturas horribles, donde hay dolor eterno, lamento
y desesperanza. Si aun no conoces del único que puede liberarte de todo aquello
que te separa del reino de los cielos Cristo Jesús y su sangre poderosa, te invito a
que DECIDAS DEJAR LO MALO Y TE ARREPIENTAS, la biblia dice: “El que encubre
sus pecados no prosperará; mas el que
los confiesa y se aparta alcanzará misericordia”. (Proverbios 28:13)
Puedes hacer esta oración:
Señor Jesús, confieso que soy pecador, hoy me arrepiento y te abro mi corazón para entres y mores en mi. Yo te declaro mi Salvador y libertador, reconozco que moriste en la cruz por mi y resucitaste para vencer al mundo. Te entrego mi alma hágase en mi según tu voluntad. En el nombre de Jesús te lo pido. Amen
Levantemos
oración por aquellos que no conocen de Dios, porque puedan dejar el pecado e ir
en busca de la salvación. Recordemos bien que Jesús antes de partir dejo la “Gran
encomienda” para que todos podamos estar con Él en su reino: “Por tanto, id,
y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que
os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo. Amén. (Mateo 28:19,20).
Cristo esta pronto en su venida y debemos
estar listos, pero no podemos ser egoístas y guardarnos lo aprendido, debemos levantar nuestra voces de oración,
de intercesión y de evangelismo.
Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del
impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos
de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?
(Ezequiel 33:11)
Bendiciones y que la presencia del salvador sea en ustedes!
Sonia