La carreta vacía


Caminaba un niño con su padre cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio le preguntó: -
- Además 
del cantar de los pájaros, ¿Escuchas alguna cosa más?...
Agudizo su oído y algunos segundos después le respondió:
-Estoy escuchando el ruido de una carreta.
Eso es – dijo el padre- Es una carreta vacía.
- ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aun no la vemos?
Entonces el papá le respondió: Es muy fácil de saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido que hace.

El niño creció y hasta hoy cuando ve una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violento al hablar, presumido de lo que siente y sintiéndose prepotente, tiene la impresión de oír la voz de su padre diciendo; “Cuando mas vacía  va la carreta, mayor es el ruido que hace.”

¿Cuál es el contenido de tu corazón? ¿Cuánto ruido haces al hablar? ¿Lo que dices edifica o destruye? ¿Lo que haces te acerca o te aleja de los seres que amas?

 Lucas 6:45: "El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca".

Dios es un Dios de oportunidades, puedes volver a empezar solo búscalo de corazón y entrégale tus debilidades para que en su gracia y poder las convierta en fortalezas.

Muchas bendiciones,
Sonia




Como ladrón en la noche..

Anita, solía recordar a su familia casi todas las noches que cerraran las ventanas antes de ir a dormir, pero ellos  hacían caso omiso a su petición por el excesivo calor en casa. Hace dos semanas, entraron a robar por esa misma ventana y se llevaron todos sus artefactos sin mayor esfuerzo. Cuando ya estaban en medio de la sala muy tristes y desconcertados, ella  no desaprovecho el momento para decir la famosa frase: "se los dije...pero no me hicieron caso"; todos se miraban en silencio y sabían en el fondo que si hubieran hecho caso en su momento no estuvieran lamentando lo sucedido. Se dirigieron hacia "aquella ventana" y la cerraron a pesar que ya era tarde. Es un hecho que la lección fue aprendida a través de esta experiencia tan triste. (Hecho real)

¿Cuántas veces te han hablado de la salvación en Cristo Jesús? ¿Sabías que está escrito sobre la segunda venida de nuestro salvador? ¿Estás preparado (a) para su venida? o ¿Haces caso omiso a todo lo que vienes escuchando reiteradas veces?

La biblia nos dice que Cristo vendrá de un momento a otro "como ladrón en la noche"; por tanto, no caminemos en tinieblas sino en la luz de su palabra para que no nos sorprenda. No te dejes llevar por la comodidad que ofrece el mundo de vivir en tinieblas, haciéndote creer que no es malo y que no pasara nada si lo haces. No esperemos ver a Jesús cara a cara para creer, no esperes escuchar: "te lo dije...". No esperes pasar por circunstancias adversas para entender y obedecer.

Mateo 24:44.-   "Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis".

1 Tesalonicenses 5:2  " Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche"
9-10Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él.

Bendiciones y un fuerte abrazo,

Sonia


Tres arboles

Eran tres pequeños arboles en la cumbre de una montaña, conversaban de lo que querían ser cuando fueran grandes. El primero quería ser un cofre hermoso para guardar tesoros. El segundo quería viajar sobre aguas temibles y llevar reyes, quería ser el barco más importante del mundo. El tercero se rehusaba moverse de aquella montaña, quería ser el árbol más grande del mundo para qué  todo aquel que lo mire levante su mirada al cielo y piense en Dios.
Los años pasaron y los pequeños arboles crecieron muy alto. Un día, tres leñadores subieron a la cumbre de la montaña y los cortaron uno a uno con sus hachas filudas. Cada unos de los arboles se sentían seguros que por fin se cumpliría sus sueños y sabían que iban directamente a ser creados como lo habían pensado.
El  primer árbol estaba muy contento cuando vio que lo llevaban a una carpintería, pero al final lo convirtieron en una caja de alimentos para animales de granja. Aquel árbol no fue cubierto con oro y tesoros como lo pensó.
El segundo árbol sonrió cuando lo llevaron cerca de un embarcadero, pero ningún barco imponente fue construido ese día, aquel fue convertido en un simple bote de pesca.
El tercer árbol estaba confundido, pues lo cortaron para ser tablas fuertes y lo dejaron abandonado en un almacén.
Pero una noche una estrella alumbro al primer árbol. Era un pesebre y una joven mujer junto a su esposo, puso a su hijo recién nacido en la caja de alimentos. El árbol entendió que sería usado para un tesoro mucho más grande de lo que él un día soñó, pues recibió al niño Jesús.
Una tarde, un viajero cansado subió a un viejo bote con sus 12 amigos. El viajero se quedo dormido, derrepente una impresionante tormenta llego y el bote se lleno de temor pues temía que no podía llevar a todos los pasajeros a la orilla a salvo con tanto viento y lluvia. Y aquel hombre despertó y alzando su mano calmo las aguas. De pronto el segundo árbol supo que llevaba navegando al Rey del cielo y de la tierra, Cristo Jesús.
Un día en la mañana el tercer árbol se extraño cuando sus tablas fueron tomadas de aquel almacén. Se asusto al ser llevado a través de una impresionante multitud de personas enojadas. Se lleno de temor y pena cuando unos soldados clavaron las manos de un hombre en su madera. Se sintió feo áspero y cruel. Pero un domingo por la mañana cuando el sol brillo y la tierra tembló, el tercer árbol supo que el Amor de Dios había cambiado todo. Esto lo hizo sentirse fuerte, y cada vez que la gente recuerde a este tercer árbol, pensarían en Dios. 

Muchas veces, tenemos planes en la vida y cuando vemos que las cosas no están pasando como lo habíamos planeado, entramos en frustración y esto genera temor y sentimientos encontrados. Sin embargo los planes de Dios siempre sobre pasan nuestras expectativas y El tiene algo mejor para nosotros. Aprendamos a dar Gloria a su nombre en todo tiempo, aunque veamos que las cosas son de color oscuro un día Dios le dará color a tu vida y entenderás que de tras de todo El tenia algo mejor para ti. Mantente firme en su palabra, no temas.

Hebreos 10:35: "No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón"

Bendiciones,
Sonia


La honra a los padres

Un anciano había perdido a su esposa y vivía solo. Trabajó duramente como sastre toda su vida, pero los infortunios lo habían dejado en bancarrota y ahora era tan viejo que no podía trabajar.
Las manos le temblaban, y la visión se le nublaba. Tenía 3 hijos varones, los cuales se habían casado, y estaban tan ocupados con su propia vida que solo tenían tiempo para cenar con su padre una vez por semana. El anciano estaba cada vez más débil y los hijos lo visitaban cada vez menos.
–“No quieren estar conmigo ahora”- se decía el anciano- “Porque tienen miedo de que yo me convierta en una carga”.
Se paso una noche en vela pensando, que sería de él y al fin trazo un plan. A la mañana siguiente fue a ver a su amigo el carpintero, luego a su amigo el cerrajero y por último, a su amigo el vidriero y le pidió vidrios rotos.
El anciano se llevo el cofre de madera a su casa, lo lleno hasta el tope de vidrios rotos, le hecho llave y lo puso bajo la mesa del comedor. Cuando sus hijos fueron a cenar, lo tocaron con los pies.
- ¡Que hay en ese cofre? Preguntaron, mirando bajo la mesa.
-  ¡Oh, nada!- respondió el anciano- solo algunas cositas que he ahorrado.
Sus hijos lo empujaron y vieron que era muy pesado. Lo patearon y oyeron un tintineo.
- “Debe estar lleno con el oro que ahorró a lo largo de los años”- susurraron.
Se pusieron de acuerdo en custodiar el tesoro. Decidieron turnarse para vivir con el viejo, y así podrían cuidar también de él. Al fin el anciano padre enfermó y falleció. Los hijos le hicieron un bonito funeral, pues sabían que una fortuna los aguardaba bajo la mesa del comedor, y podían costearse todo el gasto. Cuando terminó la ceremonia, buscaron por toda la casa hasta encontrar la llave y abrieron el cofre. Por cierto, lo encontraron lleno de vidrios rotos.
Grande fue la sorpresa cuando vieron el contenido, y lo culpaban de semejante maldad hacia los hijos por aquel engaño. De pronto al fondo de los vidrios rotos encontraron una nota que decía: “Honraras a tu padre y a tu madre”; el hijo menor sollozando  pudo reflexionar y muy avergonzado y dijo:
-       “Obligamos a nuestro padre a rebajarse al engaño, porque no aplicamos el mandamiento que él nos enseño cuando éramos pequeños”.  
Los tres se miraban silenciosamente, y lloraban frente al cofre vacio. 

¿Qué está pasando con nuestra sociedad? ¿Qué sucede con nuestros principios? ¿En qué lugar se enterró el mandamiento con promesa? ¿Por qué los padres son sinónimo de provecho?

Cada día más se escucha de casos en que los hermanos se pelean por la casa de los padres, por sus bienes o herencias, o los matan por codicia. Es tan triste ver que de pronto los padres se convierten en un beneficio para el egoísta, o una solución a sus problemas. Eso es confiar en el dinero y no en Dios, eso es aprovecharse y no tener humildad. Basta ya!

Éxodo 20:12.- "Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da".  

Bendiciones,

Sonia